¡Llegó L'Americano!
Los romanos reciben con humor y admiración los primeros gestos del Papa León XIV, cuya jornada ha resultado inusualmente estructurada… para estándares vaticanos
Afiche en la vitrina de un bar café romano: el nuevo Papa León XIV es como el café. Americano
Cuando las tropas estadounidenses desembarcaron en Roma durante la Segunda Guerra Mundial, quedaron perplejas ante el estilo local de tomar café. El popular espresso les parecía un insulto al paladar y a la billetera: “demasiado pequeño, demasiado fuerte, demasiado caro”. Los romanos —acostumbrados por siglos a lidiar con ejércitos forasteros y sus manías— hallaron una solución simple: añadir agua caliente al espresso, suavizar el sabor, aumentar el volumen y bautizar el invento con un nombre que haría historia: Americano.
Por eso, cuando el viernes 9 de mayo la Prefectura de la Casa Pontificia publicó el programa oficial de actividades del Papa León XIV —cubriendo hasta el 25 de mayo— no faltaron las sonrisas irónicas en la Sala de Prensa de la Santa Sede. “Ha llegado L’Americano”, bromeó más de un periodista: un Pontífice con agenda precisa, estilo metódico y sabor internacional. Como el café.
Este es el programa oficial dado a conocer:
Sábado 10 de mayo: Encuentro con los cardenales
Domingo 11 de mayo: Rezo del Regina Caeli desde la logia central de la Basílica Vaticana
Lunes 12 de mayo: Encuentro con la prensa internacional
Viernes 16 de mayo: Recepción al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede
Domingo 18 de mayo (10:00 h): Santa Misa de inicio de pontificado en la Plaza de San Pedro
Martes 20 de mayo: Toma de posesión de la Basílica Papal de San Pablo Extramuros
Miércoles 21 de mayo: Primera Audiencia General en la Plaza de San Pedro
Sábado 24 de mayo: Encuentro con la Curia Romana y los empleados del Estado de la Ciudad del Vaticano
Domingo 25 de mayo: Rezo del Regina Caeli, toma de posesión de la Basílica de San Juan de Letrán y de la Basílica de Santa María la Mayor
Lo que el mundo podrá ver
Como es costumbre, el Papa León XIV podrá decidir participar en otras actividades no incluidas en el programa oficial, ya sea dentro de los muros vaticanos o en las inmediaciones de Roma. Pero lo que ya es claro es que cada uno de estos eventos será ocasión propicia para que el nuevo Pontífice pronuncie homilías y discursos que permitirán intuir, si no definir, los acentos de su naciente pontificado.
La ciudad observa. Los periodistas anotan. Y los baristas romanos, quizás, ya han comenzado a preguntarse cómo tomaría su café el nuevo Papa. ¿Corto, intenso y sin azúcar? ¿O americano, con paciencia y visión estratégica?