Las 100 Películas que todo católico debería ver
Dos jóvenes cinéfilos católicos norteamericanos compilan la lista más ambiciosa de películas para todo gusto
Una imagen de “Yo Confieso”, la excelente película católica de Alfred Hitchcock
Cameron DeLaFleur y Joe Wilson, dos jóvenes católicos dedicados a la fotografía y la videografía, publicaron en su cuenta de Substack un ambicioso elenco que han llamado “la lista oficial de las 100 Películas que todo Católico debería ver”.
Los jóvenes llegaron a esta lista final después de dos años de ir seleccionando, examinando y comentando películas cada semana sin fallar.
Así es como los jóvenes explican su iniciativa:
El objetivo de nuestro proyecto desde el principio ha sido educar a las personas sobre los aspectos católicos del arte del cine. Los católicos suelen estar muy conscientes del gran arte católico en los ámbitos de la pintura, la música y la literatura, pero el cine a menudo se considera una forma de arte de segunda categoría, que existe más para entretener que para inspirar. Nosotros, en 100 Películas que Todo Católico Debería Ver, esperamos haber destacado películas que trascienden ese paradigma, películas que realmente alcanzan lo Bueno, lo Verdadero y lo Bello en sus temas, así como en su destreza artística y técnica.
Los autores, que están convencidos que mirar y conversar sobre cine es parte esencial de la evangelización contemporánea, advierten que su selección no se limita a películas exclusivamente religiosas que tratan abiertamente temas bíblicos o catequéticos, aunque muchas en su lista lo son.
La lista incluye muchas películas con temas explícitamente católicos, incluyendo un par de biopics sobre santos (Un hombre para la eternidad, El santo renuente), historias bíblicas (El príncipe de Egipto, La Pasión de Cristo), e incluso una historia escrita por un papa y santo (El Taller del orfebre).
Pero los autores observan que el catolicismo, por su poderoso valor simbólico, atrae el interés de cineastas de todo tipo:
Incluso basura secular como Cónclave (que no está en la lista) reconoce el poder del simbolismo y la moralidad católica para crear una historia dramática.
Por esa razón, la mayoría de las películas en la lista no tratan explícitamente sobre el catolicismo. “Cada película -explican- fue elegida porque puede decirnos algo sobre la bondad, la verdad, la belleza, la virtud y el vicio, la fe y la incredulidad, la dignidad y el amor”.
La lista en efecto abarca muchos géneros, y no todas son para todos. Pero el valor de la lista es precisamente el de ofrecer opciones para todos los gustos.
Estos son ejemplos de los varios géneros que el elenco incluye:
Superhéroes: (Spider-Man 2)
Ciencia-ficción: (La saga de Star Wars)
Clásicos animados para niños: (Pinocho)
Épicas históricas: (Lawrence de Arabia)
Musicales: (La Novicia rebelde)
Deportivas: (Carros de fuego)
Dramas criminales: (la trilogía de El Padrino),
Thrillers: (Fuego contra Fuego)
Terror: (Un lugar en silencio)
Westerns: (La diligencia)
Comedias románticas: (El Bazar de las sorpresas)
Adaptaciones literarias: ( Orgullo y prejuicio de Jane Austen)
Películas navideñas: (Qué bello es vivir).
DeLaFleur y Wilson explican que muchas personas contribuyeron a la elaboración de la lista, de tal manera que sus propios gustos no fueran los que influyeran la lista. Pero aún así, admiten que existen muchas buenas películas que según el parecer de otros cinéfilos católicos, deberían ser incluidas en la lista.
Y por eso prometen que seguirán trabajando en otras cien películas, con la ayuda de quienes quieran comentar en su cuenta de Substack.
Aunque la lista de películas está en inglés los nombres y las imágenes permiten identificarlas fácilmente. Y el breve pero valioso comentario en cada una de ellas puede traducirse con el traductor de Google o cualquier otra herramienta de traducción, incluyendo Inteligencia Artificial.
Los jóvenes concluyen:
(Es) una lista de películas de la que estamos verdaderamente orgullosos y que esperamos pueda inspirarte en tu camino espiritual, brindándote algunos momentos de paz, belleza y alegría en este valle de lágrimas.