El “catolicismo light” no es el futuro de la Iglesia
En entrevista con un diario italiano, el biógrafo del Papa Juan Pablo II explica por qué la “iglesia del quizás” no funcionará en un próximo pontificado
George Weigel, biógrafo de San Juan Pablo II y su reciente libro “El Próximo Papa”
El pasado 21 de marzo, el periódico italiano “La Veritá” (La Verdad) publicó una entrevista con el destacado teólogo laico norteamericano y biógrafo oficial de Juan Pablo II, George Weigel, respecto de su reciente libro “El próximo Papa” y lo que le espera a la Iglesia en el futuro.
Con el permiso de George Weigel, comparto el íntegro de la entrevista en exclusiva en español:
El biógrafo oficial de Juan Pablo II: «Las Iglesias de África nos recuerdan que el "catolicismo light" no es la respuesta a los problemas del mundo».
LOS DESAFÍOS DEL VATICANO
Por Lorenzo Bertocchi
George Weigel es el autor de la monumental obra Testigo de la Esperanza, dedicada a la vida de Juan Pablo II. Conocido precisamente por ser el biógrafo oficial del Papa polaco, Weigel es profesor asociado en el Ethics and Public Policy Center de Washington, un think tank conservador.
Ha dedicado toda su vida —nació en 1951 en Baltimore— al estudio y la misión de la fe católica, que para él no es una cuestión privada, sino que tiene un papel fundamental en la vida pública.
Es un defensor de la libertad religiosa y un enemigo acérrimo del relativismo moral y el nihilismo, que, a su juicio, son los dos martillos con los que la civilización occidental se ha auto demolido.
Recientemente escribió un libro, The Next Pope (en español publicado bajo el título: El próximo Papa: El ministerio de Pedro y una Iglesia en misión), que pareció una crítica no demasiado velada al Papa Francisco, pero el profesor siempre ha reiterado que lo que lo llevó a escribir ese libro fue principalmente un análisis de los desafíos futuros que debe afrontar la Iglesia.
Entrevista a George Weigel
P: Profesor, en estos días en los que el Papa Francisco está hospitalizado en el Policlínico Gemelli con una grave neumonía bilateral y una condición clínica compleja, hemos visto oraciones por él que han unido a católicos de todo el mundo. El Papa, más allá de las simpatías o antipatías personales, sigue siendo una piedra angular de la fe católica. ¿Por qué?
R: Como enseñó el Concilio Vaticano II, la Iglesia es una “comunión” y, si puedo mezclar metáforas, el obispo de Roma es la piedra angular de ese edificio. Rezar por el Papa diariamente o semanalmente durante la Santa Misa ofrece a los católicos un profundo sentido de conexión con aquel que tiene la tarea de “confirmar a sus hermanos” [Lc 22,32].
P: En las últimas décadas, la Iglesia ha tenido tres Papas muy diferentes entre sí: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. ¿De qué manera han enriquecido a la comunidad de fieles?
R: Juan Pablo II fue el gran testigo moral cristiano de su tiempo. Benedicto XVI fue el gran maestro de su tiempo. Francisco ha recordado a la Iglesia que los “más pequeños” entre los hermanos y hermanas del Señor [Mateo 25,40] son también nuestros hermanos y hermanas y que tenemos una responsabilidad hacia ellos. Testigos, maestros y pastores compasivos contribuyen todos a edificar la Iglesia, tanto a nivel local como global.
P: Especialmente en Occidente está emergiendo un catolicismo “light”, fluido y basado en opiniones. ¿Es un fracaso de la pastoral o el resultado inevitable de una cultura agnóstica dominada por las emociones?
R: Es un fracaso de la Iglesia en predicar el Evangelio en su totalidad, sin compromisos, pero con cuidado y compasión. Pero no se puede predicar el Evangelio en su totalidad si no se cree en él en su totalidad. El problema en Alemania, por ejemplo, no es el cisma, sino la apostasía: una separación deliberada de las verdades establecidas de la fe católica y apostólica. Nadie está interesado en la Iglesia del “quizás”. En un mundo de ambigüedades y cinismo, las personas buscan claridad y convicción.
P: Profesor, usted ha escrito un libro titulado El próximo Papa (Ed. Fede & Cultura). Según usted, ¿qué debería hacer un futuro Pontífice frente a esta realidad? ¿Y cómo debería acoger el cristianismo más joven y fuerte de África y Asia?
R: Las jóvenes Iglesias de África, en particular, recuerdan a la Iglesia universal que el Evangelio en su totalidad es inmensamente atractivo y que el "catolicismo light" no es la respuesta a los problemas del siglo XXI. Por lo tanto, un futuro Papa debe comprender que la naturaleza de su oficio es defender y promover el Evangelio en su totalidad. Y ese Evangelio incluye algunas verdades fundamentales sobre la persona humana: nuestra naturaleza, nuestros orígenes, nuestro destino.
P: Algunos querrían una Iglesia y un Papa más centrados en las cuestiones espirituales y menos en las sociales y políticas. Pero, ¿acaso el catolicismo no mantiene unidos ambos aspectos?
R: Sí, pero deben ser las verdades del Evangelio, y no la ideología política, las que informen el enfoque de la Iglesia en los asuntos del mundo. Esto es lo que la doctrina social católica nos ayuda a hacer. Juan Pablo II fue el Papa más influyente políticamente de los últimos siglos, pero lo fue como testigo moral, no como un oráculo con opiniones sobre una infinidad de cuestiones de política pública.
P: Perdone la pregunta, pero estos días se habla mucho de cardenales progresistas y conservadores, reduciendo un posible Cónclave a una especie de Parlamento. ¿La elección de un Papa es un asunto humano o divino?
R: En primer lugar, la Iglesia católica no es una cuestión de derecha o izquierda, progresista o conservadora; La Iglesia Católica se preocupa de lo verdadero o lo falso, de lo noble o lo vil, de lo que da vida o de lo que trae muerte. En cuanto a un Cónclave, es un ejercicio de juicio prudencial por parte de seres humanos, que se espera estén en sintonía, a través de la oración y la reflexión, con la voluntad de Dios para la Iglesia y la necesidad de un Papa que entienda Lucas 22:32 [Mas yo he rogado por ti que tu fe no falle; y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos]: el imperativo de enseñar la verdad católica de manera clara y convincente.