Cónclave: la película que no tiene nada que ver con la realidad
Estrenada en cines en 2024, ahora es relanzada como una especie de “molde” de lo que podría suceder dentro de un cónclave. No es así.
La película “Cónclave” decepcionó no solo en los Óscares… sino en las salas de cine
A pesar de haber recibido ocho nominaciones, la película Cónclave fue en gran medida ignorada en los recientes Premios de la Academia, ganando únicamente el Óscar al Mejor Guión Adaptado. Estrenada en cines en 2024, ahora es relanzada como una especie de “molde” de lo que podría suceder dentro de un cónclave en caso del fallecimiento del Papa Francisco.
Pero además de su ejecución deficiente y sobreactuada, la película está lejos de representar con fidelidad lo que realmente ocurre en la Capilla Sixtina durante la elección de un nuevo Papa.
Cónclave: el sueño de opio de un liberal
Basada en la novela homónima, la película inicia con la muerte repentina de un Papa progresista, claramente inspirado en Francisco. Con su fallecimiento, el Colegio Cardenalicio se reúne para elegir a su sucesor. El proceso es liderado por el cardenal Thomas Lawrence (interpretado por Ralph Fiennes), decano del colegio.
Candidatos y conflictos
La trama introduce a cuatro candidatos, presentados de manera simplista y caricaturesca:
Aldo Bellini (EE.UU.): un cardenal progresista que busca evitar el ascenso de los tradicionalistas.
Joshua Adeyemi (Nigeria): un conservador en materia doctrinal, pero defensor de causas económicas justas.
Joseph Tremblay (Canadá): un moderado que, al poco tiempo, es acusado de corrupción por supuestamente haber comprado votos.
Goffredo Tedesco (Italia): el antagonista, un ultraconservador que aboga por confrontar el Islam y revertir las reformas del Concilio Vaticano II.
A ellos se suma un quinto personaje clave:
Vincent Benítez, arzobispo de Kabul, nombrado cardenal in pectore (en secreto) por el Papa fallecido. Su llegada tardía despierta sospechas sobre su pasado médico, donde se esconde la gran “sorpresa” de la trama.
Giros narrativos
A lo largo del filme, se desarrollan varios elementos dramáticos:
Secretos personales: Lawrence descubre que Adeyemi tuvo un hijo ilegítimo con una monja nigeriana, lo que arruina su candidatura.
Corrupción en la curia: documentos ocultos confirman que Tremblay efectivamente compró votos, por lo que es apartado de la contienda.
Explosión en la Capilla Sixtina: un atentado terrorista interrumpe el cónclave, dañando el edificio y dejando en evidencia a Tedesco como un fanático peligroso.
Una monja sabelotodo: en un giro feminista, la ficticia Hermana Agnes toma un papel central, sermoneando a los cardenales y convenciendo a Lawrence de “abrirse a las novedades”.
Elección sorpresa: Benítez es elegido Papa tras un discurso conciliador, pero antes de asumir, revela a Lawrence que es intersexual (posee útero y ovarios). Confiesa que llegó tarde al cónclave porque estaba considerando someterse a una cirugía en Ginebra, pero finalmente decidió conservar su condición porque “así es como Dios me hizo”. Este giro se convierte en el gran clímax pro-LGBT de la película.
Desenlace
A pesar de conocer la condición de Benítez, Lawrence decide guardar el secreto para “proteger a la Iglesia” y acepta el resultado como la “voluntad de Dios”.
Ficción vs. realidad: principales divergencias
En la realidad, un cónclave jamás se desarrolla como lo muestra la película.
Las campañas y discusiones están prohibidas. En la película, los cardenales discuten abiertamente candidaturas y conspiran entre ellos. Sin embargo, cualquier campaña personal a favor de un candidato, ya sea antes o durante el cónclave, está penada con la excomunión.
El proceso es silencioso y metódico. En cada jornada del cónclave, se realizan tres votaciones por día (una en la mañana y dos en la tarde), en un ambiente de oración y sin debates activos.
Elementos narrativos imposibles
Un Papa intersexual. Independientemente de la opinión del decano, la elección de Benítez sería inválida, ya que solo los varones bautizados pueden recibir la ordenación sacerdotal y, por ende, ser electos Papa.
Explosión en la Capilla Sixtina. En la película, un atentado terrorista en la Plaza de San Pedro daña gravemente la Capilla Sixtina. Esto es inverosímil, pues la estructura de la Capilla la protege de explosiones externas.
Los cardenales tienen contacto con el exterior. En la cinta, los cardenales reciben información sobre el atentado, lo que provoca la reacción de Tedesco. En la realidad, durante el cónclave, los cardenales no tienen acceso a noticias externas y desconocerían cualquier evento fuera de la Capilla Sixtina.
Interacción con personal externo. La película muestra a la Hermana Agnes moviéndose libremente entre los cardenales y ejerciendo influencia en sus decisiones. En la vida real, el término cónclave significa “bajo llave”, y los cardenales no pueden interactuar con nadie durante el proceso.
Un arzobispo en Kabul. Benítez es descrito como arzobispo de Kabul, Afganistán, un país donde no existe ninguna diócesis católica. La única estructura católica es la capilla de la embajada italiana.
El concepto erróneo de cardenal in pectore. En la película, Benítez participa en el cónclave porque fue nombrado in pectore. Sin embargo, en la realidad, estos nombramientos solo tienen validez si el Papa los hace públicos antes de su muerte. De lo contrario, el nombrado no tiene derecho a participar.
La mecánica real del cónclave
En contraste con la ficción, el protocolo auténtico del cónclave sigue reglas estrictas:
Aislamiento total. Los cardenales entregan sus dispositivos electrónicos y quedan completamente incomunicados.
Votaciones metódicas. El proceso sigue un riguroso protocolo. Si hay un error en el conteo o en la lectura de los votos, toda la votación es invalidada.
El Decano no tiene poder especial. En la película, Lawrence parece ejercer un rol de liderazgo fuerte, pero en la realidad, ningún cardenal tiene más autoridad que otro durante la sede vacante.
Logística estrictamente controlada. Los cardenales viajan juntos en un autobús desde la Casa Santa Marta hasta la Capilla Sixtina, sin oportunidad de interactuar con personal ajeno al proceso.
Discusiones restringidas. Las únicas reuniones donde los cardenales pueden debatir sobre temas de la Iglesia se realizan antes del cónclave, en las congregaciones generales. Sin embargo, estas discusiones son temáticas y no sobre candidatos.
Desde 1996, las normas del cónclave han sido reafirmadas para garantizar un proceso libre de influencias externas. La última reforma de 2022, impulsada por el Papa Francisco, mantuvo este esquema con ajustes menores.
La diferencia más importante
A diferencia de lo que sugiere la película, los cardenales que participan en un cónclave sí creen en la acción del Espíritu Santo. Por ello, el proceso de elección es un ejercicio de discernimiento, oración y observación de signos sobrenaturales, algo que el filme ignora por completo.