Arzobispo demanda a satanistas devolver una Hostia Consagrada
Es el último episodio de la confrontación entre el Arzobispo de Kansas City y unos satanistas que se preparan para celebrar una “misa negra” en el capitolio del estado norteamericano
Monseñor Joseph Naumann, Arzobispo de Kansas City (Foto: CNA)
El Arzobispo Joseph Naumann de Kansas City ha presentado este martes 18 de marzo una moción de emergencia ante el tribunal de distrito local pidiendo que ordene a los satanistas que planean un ritual de adoración en el Capitolio estatal a que devuelvan cualquier hostia y vino consagrados que tengan en su poder.
El grupo planea llevar adelante un ritual de adoración satánica —la llamada "misa negra"— en el Capitolio Estatal de Kansas el 28 de marzo, durante el cual planean profanar una Hostia consagrada y la Preciosa Sangre.
En la moción presentada ante la justicia, el Arzobispo señala que las hostias y el vino consagrados son propiedad de la Iglesia Católica y por tanto no pueden estar en posesión de la Sociedad de la Gruta (conocida como la Gruta Satánica) y sus líderes Michael T. Stewart o Travis L. Roberts, ninguno de los cuales es católico.
Los sujetos "pretenden profanar la propiedad de una manera directamente contraria a las enseñanzas, doctrinas, creencias e intereses de la Iglesia Católica sobre dicha propiedad", afirma la moción.
En efecto, los acusados se jactan, tanto en línea como ante el director ejecutivo de la Conferencia Católica de Kansas, Chris Weber, de haber "obtenido una hostia consagrada" y estar preparándose para profanarla.
Dado que una moción debe declarar el valor estimado de una propiedad para poder exigir restitución, el Arzobispo Naumann ha declarado:
"Es convicción de la Iglesia Católica, presentada en sus enseñanzas doctrinales, que las Hostias Consagradas y el Vino son, de hecho, el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo, presente bajo la forma de pan y vino. Para los católicos, la Hostia Consagrada y el Vino son lo más sagrado, respetado y reverenciado del mundo. Por consiguiente, la(s) Hostia(s) Consagrada(s) y cualquier cantidad de Vino Consagrado tienen un valor incalculable.”
La moción solicita una audiencia de emergencia e insta al tribunal a exigir con prontitud al grupo que devuelva las hostias consagradas y el vino al arzobispo Naumann.
El pedido de Mons. Naumann tiene precedente: en 2014 el Arzobispo Paul Coakley de Oklahoma City forzó a un grupo de satanistas a devolver una Hostia consagrada que tenían en su poder, aunque no pudo impedir la celebración de la “misa negra” en la capital del estado de Oklahoma.
Pese a la protesta de decenas de miles de católicos en el estado y alrededor del Estados Unidos, la gobernadora de Kansas, la demócrata Laura Kelly, declaró el 12 de marzo que su oficina tiene “limitaciones” para detener el evento de culto satánico, ya que técnicamente es una protesta y, por lo tanto, está protegido por la primera enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión.
Pero Kelly por lo menos accedió a mover la ceremonia satánica del interior al exterior del capitolio.
El satanista Stewart, en actitud provocadora, envió un mensaje de texto a Weber -el director ejecutivo de la conferencia de obispos de Kansas- afirmando que pretende desafiar el decreto de la gobernadora y que entrará al Capitolio y “matará a Jesús” (es decir, la Hostia Consagrada y el Vino).
El Arzobispo Naumann argumenta que, por esta clara amenaza,
“existe un importante interés público y gubernamental en recuperar la propiedad antes de que se utilice para violar la orden del gobernador Kelly, dañar la propiedad de la Iglesia o promover disturbios dentro del Capitolio".
La moción argumenta que el evento de culto satánico no está protegido constitucionalmente.
Naumann fue claro al respecto:
"La Constitución protege la libertad de expresión y el libre ejercicio de la religión, no el robo, el vandalismo ni la conducta intencionalmente dañina que involucre la propiedad ajena".
Las intenciones declaradas de los demandados van más allá de las protecciones de la Primera Enmienda, especialmente cuando, para los católicos, la propiedad en cuestión es sagrada".
La arquidiócesis de Kansas ha organizado numerosos actos de oración y reparación en contra de la profanación; mientras que los alumnos del Benedictine College, un centro universitario católico a pocos kilómetros de la capital estatal, realizarán una Adoración Eucarística de 24 horas el día en que el acto satánico está planeado.